Si algo he aprendido como paciente con 6 diagnósticos auto inmunes, y cómo médica integrativa, acompañando a cientos de personas en su camino de sanación, es que nunca es tarde para cambiar la historia de tu salud.
Incluso cuando una enfermedad crónica o autoinmune parece haberlo invadido todo, existe dentro de ti una capacidad de regeneración que puede ser activada. Y créeme, he sido testigo de verdaderos renacimientos, yo soy testigo de cientos de pacientes desahuciados, yo misma soy un testimonio viviente de ello. Si aún no has leído mi libro testimonio. “Lucidez y Resiliencia: Del dolor al PODER. Mi testimonio de superación al vivir con enfermedades auto inmunes”
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La ciencia moderna también confirma esta verdad. El fenómeno conocido como plasticidad biológica demuestra que nuestras células, tejidos e incluso nuestro sistema inmunológico son capaces de adaptarse positivamente cuando modificamos nuestros hábitos, nuestro entorno y nuestra forma de relacionarnos con nosotros mismos (Chovatiya & Medzhitov, 2014).
Esto significa que un diagnóstico no nos define, a mi me dieron solo 6 meses de vida hace 17 años, por lo tanto no estamos atrapados en un diagnóstico. No somos nuestra enfermedad. No somos nuestras etiquetas médicas. No te creas el pronóstico devastador. Somos seres vivos en constante capacidad de cambio y evolución.
He acompañado personas que, tras años de dolor e inflamación, lograron reducir su medicación, mejorar su calidad de vida y reconectarse con su propósito. No porque ocurrió un “milagro”, per se, sino porque se dieron la oportunidad de cambiar, tomaron decisiones diarias, pequeñas pero profundamente poderosas. Decisiones como: Priorizar alimentos vivos, frescos, ricos en antioxidantes naturales. Reconocer y atender sus emociones reprimidas. Recuperar la calidad del sueño como acto de autocuidado profundo. Se dedicaron a abrir espacios en medio de su debilidad, dolor y su ajetreada vida para el movimiento físico placentero y hicieron de la gratitud diaria, su poderoso traje salvavidas.
Eso sí, te quiero ser muy sincera! La transformación no ocurre de la noche a la mañana. Pero, sí eres creadora de ella en cada pequeño paso. Cada elección es una semilla de vida que siembras en tu cuerpo.
La Organización Mundial de la Salud (2023) sostiene que el 80% de las enfermedades crónicas pueden ser prevenidas o manejadas eficazmente modificando factores de riesgo como alimentación, ejercicio, consumo de sustancias nocivas y manejo del estrés.
Lo cual demuestra que esto no es idealismo. Es ciencia real, aplicada y con resultados extraordinarios.
Y es la invitación a recuperar el protagonismo en tu historia de salud. Quiero que sepas que no tienes que hacerlo sola. Yo me comprometo con mucho amor a acompañarte y apoyarte durante el proceso. Claro siempre que tú lo decidas
En cada consulta, en cada acompañamiento, mi objetivo es entregarte herramientas prácticas, personalizadas y sostenibles para que te reconcilies con tu cuerpo, entiendas sus mensajes y actives tu capacidad de , que logres llevar normalidad y esperanza a tu vida como yo lo he hecho, pese a pronósticos devastadores de 6 meses de vida. Si yo pude y cientos de pacientes, tú también puedes lograrlo.
Porque tú eres la verdadera protagonista de tu bienestar. Y aunque a veces el miedo o la incertidumbre te visiten, quiero recordarte:
Tu cuerpo está diseñado para sanar, no para enfermar. Cada célula tuya anhela la vida. Cada latido es un impulso hacia la restauración.
Hoy puedes elegir iniciar tu revolución interna.
Una revolución de autocuidado, amor propio y conciencia. Yo estaré aquí dispuesta a acompañarte con amor, para caminar contigo en este viaje.
Porque la medicina no solo cura cuerpos: cura el alma, reconcilia tu historia para que vivas plenamente y disfrutes del rócese cada día de tu vida.”.
¿Te animas a empezar el capítulo más hermoso de tu vida?
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Referencias científicas
1. World Health Organization. (2023). Noncommunicable diseases: Key facts. https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/noncommunicable-diseases
2. Chovatiya, R., & Medzhitov, R. (2014). Stress, Inflammation, and Defense of Homeostasis. Cell, 157(5), 957–970. https://doi.org/10.1016/j.cell.2014.04.022
Con amor:
Lissette Hernández